Sigo vivo, sigo andando, pero no he blogueado, o escrito algo en uno de esos momentos.
Jamás he blogueado en la escuela porque a veces no me da tiempo ni para pensar en mí como antes pero mi ser dice que debería aprovechar porque la red no lo tiene bloqueado (aún) y no le sé a los VPNs.
Edito (checa notas), sí, 12 de noviembre, 2022. Ya es enero, ahora. Y nunca volví... hasta ahora.
Lo genial de, finalmente, tener un dispositivo (véase laptop o computadora de escritorio) es la flexibilidad de disponer mi archivo y trabajar a libertad propia. Blogueo como cuando adolescente era. En fin.
Escritorio, 2011. Puberto, virgen, con un insano crush a éste que ve. |
Escritorio, 2023. Con nulos pendientes escolares. |