Copyright © autoficción at its finest
Design by Dzignine
martes, 26 de julio de 2022

Y te volví a ver

Meses pasaron desde la última vez que nos vimos, antes que esa fuera oficialmente la penúltima, o la última del año pasado, como lo quieras ver. Días atrás planeamos vernos de nuevo pero nuestros horarios no coincidían, o el plan no era sólido como para comprometernos a el.

Pensé que sería, en aquel entonces, un recuerdo más. Una experiencia que te cambia la vida y su rumbo. Que, contrario a sugerencias ajenas que pedían alejarme y bloquearte de ser necesario, no cedí y dejé ir mi sentir hacia ti que no tenía razón fundamental para existir que no fuera más que un deseo o mero capricho.

Eres intimidante. Me pones nervioso, y lo sabes. Nunca sé cuál será tu siguiente paso pero tú pareces saber todo lo que pienso y todo lo que callo. Creo que eso es lo que más me gusta de ti. Ese halo de misterio con el que estás hecho. Me hace querer saber más. Reinterpretar tus vivencias, escuchar tu voz que con el tiempo pierde nitidez, y fundirme entre tus brazos con cada beso.

Los extrañaba mucho, para ser honesto. Y te lo dije, aunque seguro ya lo sabías. No puedo decir que más que todo lo demás pero, dentro de lo más ordinario, es lo que siempre preferiré. Que en cada beso soy tan tuyo como tú mío. Que me olvido de lo que alguna vez me afligió y que no tengo tiempo para el futuro porque disfruto del presente segundo a segundo.

Yo, que desconozco si recuerdo a todos los que alguna vez besé, sé con certeza que nadie me ha dejado su esencia marcada en mí tanto como tú lo haces. Así pasen horas, se percibe la cercanía, sea aprecio, lujuria, un momento de entendimiento fuera de cualquier categoría. Sea como sea, la invitación quedó ahí, para un día todavía sin número. Hasta la próxima aventura, entonces.


0 comentarios:

Publicar un comentario