Copyright © autoficción at its finest
Design by Dzignine
martes, 14 de abril de 2020

Momentos

I.

Recuerdo que me sentía un cubo Rubik cuando te conocí. No hallaba forma de componerme, y la dificultad que me representa armar uno hace que me desanime y lo bote. Me hubiera gustado que conocieras lo que soy ahora pero sé que me sentiría el mismo de antes si siguiéramos frecuentándonos.

II.

Tu voz se pierde en la nada pero vuelve con fuerza al escuchar tus risas plasmadas en .mpeg4 (¿o es .avi? No recuerdo, y no importa). Hace meses vi un chavo que se parecía bastante a ti en Barrio Antiguo y no pude dejar de verlo. Me imaginé paseando contigo por esos rumbos y la idea me provocó escalofríos y algo parecido a un retortijón (la idea me gustó, pues).

III.

Lo primero que me apareció en Facebook una noche del 2019 fue la (nueva) foto de perfil de un chavo que no conocía. Nunca agrego ni acepto gente que no conozco por lo que pensé que alguno había pasado esos filtros. Estaba guapísimo. Mi sorpresa fue tal al ver que se trataba de ti. Pensé "vaya, los años en ti no pasan". No hubo duda de por qué me había enamorado de ti en el pasado.

IV.

La gente pasa junto con la vida. Siempre he pensado que las personas nunca cambian realmente. Solo fijan nuevos objetivos, acoplan nuevas conductas. Emociones más fuertes o más vagas. Gente que gusta, excita, o estresa. Hace mucho que no me emociona conocer a alguien. Hablando de emociones, me gusta cuando la gente te dedica una pizca de su tiempo. Me hace saber que no estoy tan ajeno de todo, pero nada me emociona más que ver tu perfil en la lista de personas que vieron mis estados.

V.

Pienso que sigo siendo igual de complicado que un cubo Rubik, pero ya no me siento como uno. Soy difícil, y ya. Sé lo que soy, y aunque aún siga sin saber cómo armar uno de esos cubos, lo intento. Fallo, me emociono, lo vuelvo a revolver sin querer, pero lo intento y me divierto en el proceso.

0 comentarios:

Publicar un comentario