Copyright © autoficción at its finest
Design by Dzignine
martes, 26 de noviembre de 2019

Ya pasaron diez años

A veces quisiera detener el tiempo solo para darme un respiro y así poder, con más calma, apreciar la vida a como es a mis ojos en ese preciso momento, porque solo con el paso del tiempo uno puede reflexionar al respecto y evaluar su mentalidad en el pasado. Y me digo "chín, pude haberlo hecho mejor". Conocí un lugar que podría nombrar como casa donde todo era risas y fluir pese a que estábamos preparándonos para dar el siguiente paso porque el sedentarismo no es perpetuo.

Lo interesante que encuentro en los reencuentros es que la vibra jovial prevalece debajo del semblante de quienes, al igual que tú con ellos, te vieron crecer. Se planea previamente cuando antes nos teníamos hasta el hartazgo. Y puede que lo mejor se nos haya quedado allá, en el pasado, pero verlos ser igual o mejor que antes me hace sonreír y pensar que, bueno, ya no nos vemos tanto como antes pero aquí seguimos todavía, juntos, y con plena disposición a permanecer así.

Hago un intento en poner con palabras lo que siento aunque sé que se puede englobar en añoranza, y melancolía. Pero son términos que al menos en el diccionario denotan tristeza. Y no, no siento tristeza porque es más la felicidad de tener todavía la oportunidad de verlos y saber que sí, chingado, nos estamos poniendo viejos pero lo estamos enfrentando juntos.

1 comentarios: