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viernes, 20 de diciembre de 2019

Anécdotas de mesero

Érase una vez, no. El día que me reuní con Sofía y otros amigos de la preparatoria —solo quería empezar el post de una manera distinta—, uno de ellos tuvo conflicto directo con el mesero por añadirle no sé si el 10% o más o menos a la cuenta. Como no sé nada de sus vidas, no tenía idea qué tanto podrían ser más de $1,500 para ellos. Sí, no es algo que yo tenga ahorita a las manos, pero ya he visto cuentas así antes considerando lo que se consumió esa noche. El pobre mesero no tuvo de otra más que pedir refuerzos pero al final la cuenta fue pagada sin el cargo adicional.

"Es que no se puede añadir la propina; eso va a consideración del cliente", dijo. Y tiene razón. Yo no pude hacer nada más que escuchar, y recordar mis días de meserete. Me dividía internamente en entender la postura del mesero y algo que parecía todos comprenden pese a su condición alcoholica de estar. Recuerdo que hasta el mesero llegó a defenderse usando de arma el punto. ¿Y qué es el punto?



Lo primero que pensé fue: el punto qué. No lo podemos usar de excusa. Me recordó a cuando estuve en capacitación de un call center donde nos pintaban todo muy lindo pero cuando llegamos a la "sala de operaciones" quedé bien decepcionado por todo lo que vi y escuché. Un día, nos pusieron a hacer sombra y cerca de mí estaba uno que, literalmente, rogaba a los clientes de determinado banco para que aceptaran no sé cuál seguro. "Por favor, piense en su familia, piense en sus hijos, ¿qué será de ellos si usted, que Dios no lo quiera pero puede pasar —empatía ante todo, ajá—, llegue a faltar y no tenga un seguro que cubra los gastos?". Pues, sí, tiene razón pero, ¿así es como debo de ejercer mi labor de venta? Lo otro que recuerdo fue a la capitana o líder o no sé qué diciéndonos "usen una voz sensual; sean coquetos; chavas, ustedes seduzcan, y ustedes chavos, saquen su voz varonil para cuando una mujer se ponga en línea". Uy, si los años acumulados de soltería tuvieran valor curricular.

'uta, ya ni me acuerdo a qué venía todo eso. Ni pedo, prosigamos. Afortunadamente nunca tuve que poner de mi dinero para pagar el punto pero conocí gente que sí, y no es porque no supieran "vender", sino que la gente a veces es así: consume mucho y no deja propina o deja bien poco. Y ño, no es que espere a que llenen el bolsillo del mesero pero hay que considerar muchos aspectos. La atención es elemental, porque hay unos que te tratan como rey cuando entras y cuando sales pero en el intermedio les vales madre. Eso lo notan. Tu agilidad, atención, y responsabilidad otorgan, tanto así que llegué a recibir propinas de mesas que ni eran mías, y todo gracias a que "atiendes mejor que el mesero que nos tocó". Aún así, no progresé en la materia porque no quise. Soy bien nervioso para trabajos así.

Aprendí bastante como runner pero la diferencia la noté cuando, meses después, anduve de mesero. El turno era bien matado. Doce horas seguidas y sin oportunidad de poder comer a gusto por diez minutos o menos. A veces ni comía hasta que salía del lugar. Durante ese tiempo traté de reconfortar el cansancio mental (porque el físico se puede manejar en estos casos) diciéndome que todo esfuerzo vale la pena, aludiendo a las propinas al final del día y que vienen representando a veces hasta más que el sueldo semanal.

Sigo sin recordar por qué mencioné ese call center y qué relación tiene con el punto, pero no lo pienso borrar a menos que la nación me lo demande. Lo que sí recuerdo es que el monto aproximado de propinas era de $20 —common— a $50 —a blessing— y de ahí normalmente me iba con arriba de $500. Me sigue cagando que en entrevistas laborales saquen el asunto de las propinas para rematar con un "no te puedo igualar el sueldo" y yo me quedo con cara de "sonaré ignorante pero no estoy en esos planes o sea ya investigué previamente todo esto". Hacen que madrugar pierda todo el sentido del mundo y luego para haber ido allí a escuchar sandeces.

Haré un mix de anécdotas y chance y así recuerdo lo del call center a colación:
  • Los meseros tenían que preparar las bebidas. Así fue como le agarré el gusto a las limonadas minerales. El problema recurrente era endulzar el agua de jamaica... ¿cómo endulzar algo que ni sabor tiene?
  • El trece de febrero es el día de San Valentín de los amantes.
  • Los cortes son individuales y las parrilladas son para dos.

Creo recordar el por qué mencioné ese call center, pero amerita otra historia. A veces, sobretodo como primerizo, cometía el error de enviar un pedido que ni era. Una ocasión leí mal y envié una torta de arrachera en lugar de tacos de arrachera. Otra ocasión tuve un problema con una tostada. Siempre repito las ordenes para saber si no me faltó algo y sigo hasta el día de hoy con que yo estaba bien y el cliente no porque claramente escuché "jicamarón". ¿JIcamarón? Jicamarón. Y serví la tostada y el cliente me dice "mmm nO, yo pedí una tostada DEcamarón". Me mataba tener esos errores, y ahora que lo pienso no era un gran problema en sí. Podía pagarlos de todos modos pero supongo que era la vergüenza que sentía por haberme equivocado, pero igual, ¡no era el fin del mundo!

A veces pasa así. Como esos pinches días de partido o box donde hay gente hasta por debajo de las mesas y justamente esos días son los peores porque hay el doble de friega laboral que no equivalen proporcionalmente en más propina, o sea, era una friega de a gratis. A veces te puedes equivocar y te vas a casa con comida que ni querías. A veces tienes que poner de tu sueldo para pagar el despiadado punto o esos $85 pesos que se te fueron al dar feria de más en una noche de clásico regiomontano. Así pasa, son gajes de oficio. La propina es algo que no debe exigirse, mucho menos mendigarse. Escudarse con que sin el cargo extra se generarán pérdidas para el mesero es como mendigar la aprobación de un seguro que ni tú quieres. ¡¿Quién chingados querrá un seguro contra abducciones ufológicas?!

Como dato adicional:
No se debe exigir la propina. Al menos en México es motivo de sanción. Sin embargo, es menester mencionar que, si el servicio brindado fue satisfactorio, algo que nutre igual que los elogios son las propis. Yo por ti. ;D

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